
El yoga llegó a mi vida en el año 2012. Hacía 4 meses que había nacido mi segunda hija, Delfi y ya tenía a Jose de 2 años. Por lo que estaba con la alegría de maternar pero también con todo lo que ello conlleva a nivel físico y emocional.
Mi mejor amiga, me invitó a probar una clase de yoga y allá fui sin saber muy bien a qué iba. Desde ese día, no dejé de ir a una clase de la mano de mi primera profe, Claudia. De a poco fui sintiendo que el yoga no era una partecita de mi vida sino una forma de vivir. Así fue que con el tiempo decidí estudiar, formarme (de por vida) para poder dar clases. Elijo dar continuidad a mi práctica porque no solo veo reflejados cambios con respecto a la fuerza, equilibrio y flexibilidad sino también en mi respiración, en mis acciones, en mis decisiones; estos cambios se notan por fuera pero mucho más por dentro, por supuesto que a paso lento y con paciencia.
Soy profe de nivel inicial y primario por lo que la docencia forma parte de mi vida hace muchos años, pero hoy desde otro lugar.
Actualmente me dedico 100 por ciento 100 al yoga, deseando entregar y transmitir todo lo que esté a mi alcance para que el yoga también penetre en tu vida.

«Estoy aquí para acompañarte en tu camino hacia el equilibrio y la tranquilidad. Mi objetivo es ayudarte a descubrir y alcanzar tus metas de bienestar, a través del yoga y la conexión interior, crearemos un espacio donde puedas florecer y renovarte»
¡Te invito a comenzar este viaje!